En este post voy a hablar acerca de la idea de ofrecer determinados servicios a tus clientes como base de tu modelo de negocio.
Por supuesto, Antes de poner en marcha cualquier idea tendrás que reflexionar detenidamente sobre la misma, tomándote todo el tiempo necesario para estudiarla en profundidad y realizar los estudios y análisis que estimes oportunos hasta que estés totalmente decidido a hacerla realidad.
Resumen de contenidos
Ofrecer un servicio como idea de negocio
Una buena idea de negocio puede ser ganarte la vida poniendo en práctica aquello que sabes hacer porque lo has estudiado, lo has puesto en práctica en anteriores experiencias profesionales o simplemente porque sabes hacerlo bien.
Esta idea consistiría en ofrecer esos conocimientos en forma de servicio a tus clientes a cambio de una contraprestación económica.
La variedad de servicios que prestar es inmensa, siempre partiendo de la certeza de que existe una necesidad real por parte del mercado de contratar esos servicios.
De esta manera y a modo de ejemplo podrías:
- Ofrecer tus servicios como pintor.
- Impartir clases particulares.
- Dedicarte al asesoramiento fiscal, laboral, contable, jurídico.
- Ofrecer servicios de diseño web.
- Ofrecer servicios de creación tiendas virtuales.
- Creación de contenidos para webs y blogs.
- Diseño y decoración de interiores.
- Prestar tus servicios como entrenador personal.
- Servicios de salud.
- Asistencia a personas de la tercera edad.
- Servicios relacionados con la ley de dependencia…
De este modo, tendrás a tu disposición tantos nichos de mercado como conocimientos domines para ponerlos en práctica.
En principio, parecería una idea fácil de poner en marcha y, en función de la actividad, con costes moderados y asumibles.
Sin embargo, como en todo proceso de creación de empresas, debemos desarrollarla un poco más antes de estudiarla en profundidad a través del plan de negocio.
Vamos a analizar una serie de cuestiones básicas para validar tu idea antes de que decidas lanzarte y ponerla en práctica.
El servicio que vayas a prestar debes prestarlo bien
Lo principal y más importante, en especial cuando vas a ofrecer un servicio, es que domines la actividad en cuestión.
Como consumidores cuando pagamos por un servicio queremos recibir un servicio de calidad, que satisfaga nuestras expectativas y que se corresponda con las especificaciones acordadas.
Nadie contrata a profesionales incompetentes ni paga por servicios mal hechos (y si lo hace se queda muy enfadado).
Por ello, la primera cuestión que debes tener clara es que tienes que dominar la actividad que vayas a desarrollar.
Debes conocer todos y cada uno de los detalles de la prestación del servicio, estar actualizado y preparado para solucionar los inconvenientes que puedan surgir durante la realización del mismo.
Si esto no es así desecha tu idea o de lo contrario te encontrarás con conflictos, descontentos y posibles acciones judiciales en tu contra.
Si, por el contrario, eres un profesional competente que, bien por formación o bien por experiencia (o ambas), eres capaz de prestar un servicio de calidad, puedes seguir madurando tu idea.
Ten siempre presente que en un mercado tan competitivo y bien informado como el actual (sea cual fuere el sector) ninguna empresa sobrevive realizando trabajos mediocres.
Define el tipo de servicio que vas a prestar y cómo vas a hacerlo
Una vez certificada tu aptitud para la realización del servicio debes definir concretamente qué es lo que vas a hacer y cómo vas a hacerlo.
No es lo mismo prestar servicios como pintor a empresas que ha particulares, ni es lo mismo asesorar a clientes de tu localidad desde una ubicación física que a clientes de tu país a través de internet.
Tienes que definir qué tipo de servicio vas a prestar y cómo vas a hacerlo.
Al realizar este análisis descubrirás las acciones que debes llevar a cabo para comenzar con tu negocio así como los elementos necesarios para ello.
De esta manera, podrás hacer una estimación objetiva de los costes necesarios para poner en marcha la actividad.
Por otro lado, podrás hacerte una idea del número de servicios que debes realizar y del precio al que tienes que ofrecerlos para que tu negocio sea rentable.
Además, este análisis te ayudará a definir las fases que compondrán la prestación del servicio y las acciones concretas a realizar en cada una de ellas:
- Contacto con el cliente.
- Presupuesto.
- Aceptación.
- Plazos de ejecución.
- Acciones a realizar.
- Pago del servicio…
Comprueba que tu servicio es demandado
Una vez decidido el negocio que vas a llevar a la práctica tendrás que comprobar si existe un mercado para el mismo.
Ten presente que una empresa se crea para satisfacer las exigencias de la demanda de la mejor manera y al menor coste posibles.
Por lo tanto, si no hay demanda no hay empresa.
Dependiendo del tipo de servicio que quieras poner en práctica tendrás que utilizar un método u otro (o varios a la vez) para conocer el volumen y las características de tus potenciales clientes .
De manera genérica las vías que puedes utilizar para comprobar si tu servicio puede tener demanda son las siguientes:
Utiliza el planificador de palabras clave de Google
El planificador de palabras clave de Google muestra el número de búsquedas que los usuarios de Google realizan de diferentes palabras y la estimación de dinero que hay que pagar por anunciarse utilizándolas.
De esta manera, aunque no es un estudio de mercado propiamente dicho, es un indicador del interés de los consumidores en esas palabras y de la competencia que existe en utilizar cada una de ellas.
Este análisis puede darte una orientación general sobre el interés de las personas en el servicio que estás pensando poner en marcha y de si existe mucha competencia en tu nicho.
Con los filtros que tienes a tu disposición podrás afinar tu búsqueda para encontrar la información exacta que estás buscando.
Si hay muchas búsquedas es que hay interés y si existe mucha competencia por anunciarse significa que en el mercado hay gran número de competidores.
Puedes también utilizar Google Trends para ver la evolución del interés en el tiempo de los usuarios de Google para esas palabras clave relacionadas con tu servicio.
Haz encuestas
Pregunta a tus potenciales clientes sobre sus intereses y necesidades.
Realizar una encuesta no es complejo aunque va a requerir de la dedicación por tu parte de cierto tiempo y esfuerzo.
A la hora de hacer tu estudio simplemente plantéate las preguntas a las que necesitas dar respuesta, confecciona un cuestionario adecuado para aclararlas, elige tu grupo de estudio, plantéales las cuestiones y obtén las conclusiones oportunas.
Hacer una pequeña encuesta puede aclararte muchas dudas acerca de la posible aceptación y necesidad de tu servicio además de ofrecerte una información muy valiosa y fiable que te servirá de orientación en el proceso de creación de tu negocio.
En este post te explico en profundidad cómo hacer una encuesta.
Utiliza la observación
Mediante la observación directa y la experimentación podrás obtener información útil para conocer la demanda de tu servicio.
Por ejemplo, si tienes en mente poner en marcha un servicio de clases particulares de apoyo a escolares, puedes pasearte por las que hay en tu localidad, ver cómo son, el número de alumnos que tienen, si llenan las aulas, cómo funcionan…
También podrías preguntar a amigos que tengan hijos en clases particulares acerca de su satisfacción con el servicio, de las condiciones que les ofrecen, el coste, si conocen padres que tienen dificultades para encontrar un buen profesor…
Utiliza información recabada por terceros
Puedes consultar informes hechos por otras entidades o profesionales acerca de la actividad que vas a desarrollar.
Esta información puede estar disponible en cámaras de comercio, publicaciones de instituciones u organismos oficiales, empresas especializadas, internet…
Recuerda que para que tu servicio tenga éxito debe haber personas o empresas interesadas en contratarlo.
Estudia a la competencia
Por último, antes de desarrollar tu idea en profundidad a través del plan de negocio, echa un vistazo a tu competencia.
Aquí pueden pasar tres cosas:
No existe competencia alguna
Esto es muy extraño y por lo general únicamente suele presentarse esta situación ante nuevos modelos de negocio o inventos.
Si no hay competencia para el servicio que quieres prestar puede suceder:
- Que la demanda no esté cubierta (no hay ningún pintor en tu localidad). Esto es ideal para ti.
- Que sea un servicio novedoso (el servicio es desarrollado en otros lugares, pero aún nadie lo hace en tu localidad). Estupendo puesto que serás el primero.
- Qué no haya demanda para el servicio que quieres ofrecer (en tu localidad no existen particulares o empresas que estén interesadas en adquirir tu servicio). En este caso desecha tu idea.
Existe competencia, pero no es excesiva ni acapara todo el mercado
En este escenario existen diversas empresas en el sector (unas más grandes, otras más pequeñas) pero hay demanda suficiente a la que ofrecer tu servicio.
En primer lugar, no debes asustarte al ver empresas ya implantadas con una gran cifra de negocio y multitud de clientes.
Lo que tienes que hacer cuando te encuentres en esta situación es buscar los puntos débiles de tus competidores.
Encuentra las cosas que la competencia no está haciendo bien, aquellos aspectos, funciones, procesos, productos o servicios que no están realizando adecuadamente y con los que no están satisfaciendo bien a los clientes.
También puedes buscar partes de su negocio en los que tu empresa podría ser complementaria y ser subcontratados por ellos para ayudarles a realizar determinadas funciones o partes del servicio.
Tu objetivo debe ser diseñar un servicio diferenciado que encuentre un hueco en el mercado y que te permita competir dentro del mismo. Un servicio que aproveche al máximo tus fortalezas y minimice tus debilidades de la mejor manera posible.
La competencia es insuperable
Por último, esta situación se presenta cuando existen en el mercado una o varias empresas que acaparan con su oferta toda la demanda.
Este caso se daría por ejemplo en una población de 500 habitantes en la que existan dos bares. En esta situación montar un tercer bar (no diferenciado de los anteriores) no sería viable ya que no habría la suficiente demanda para hacer el negocio rentable.
Si te encuentras en este supuesto tendrás que desechar tu idea o definirla específicamente para dirigirte hacia algún nicho que pudiera ser alcanzable.
Conclusiones
Hasta aquí el desarrollo básico de esta idea de negocio.
Prestar un servicio puede ser una buena manera de ganarte la vida si estructuras bien tu negocio, bajando tus costes al máximo y consiguiendo ingresos suficientes para hacerles frente y generar beneficio.
Además, si la profesión te gusta estarás ganando dinero haciendo lo que realmente quieres hacer.
Si decides poner en práctica una idea como esta recuerda que tienes a tu disposición diversos recursos en Formando Empleo que pueden serte de utilidad: